Cuando buscamos un
culpable para explicar el abuso hacia la mujer pensamos en muchas cosas.
Pensamos que la culpa es del machismo, que la culpa es de la cobardía, o para
quienes son más militantes a la izquierda, les gusta culpar al patriarcalismo.
Pero creo que este asunto es, en gran manera, más profundo que eso. Cometemos
el error de culpar a los síntomas por sabotear nuestra salud social. Es por
esta razón que este, y muchos otros problemas, jamás nos abandonarán.
Muy recientemente tuve
una experiencia muy importante con mis alumnos. Hablándoles sobre los distintos
personajes del Siglo de las Luces quise traerles variedad de pensamientos,
diversas filosofías y descubrimientos. No pude resistir el hablar sobre el
Marqués de Sade. En esta figura comprendimos de dónde proviene el verbo
"sadismo". Dentro de una de las discusiones (que cabe expresar que
fueron excelentes) sale a relucir el pensamiento determinista de esta figura
que aún está muy presente en nuestra cultura hoy día. Solo basta con escuchar
los famosos coros del reggaetón para recordar que -supuestamente- a nuestras
mujeres les encanta que las azoten. También discutimos un poco sobre una
película que saldrá pronto, basada en una novela, que al parecer, todas las
chicas que saben lo que es y la esperan con ansias sádicas. Pero; ¿de qué se
trata todo esto; que tiene que ver la ilustración con las 50 sombras de Grey y
el abuso contra la mujer?
Para vencer este
problema tan horrible debemos ir a su raíz, y Sade provee una perfecta ilustración.
Para este Marqués el ser humano está determinado. No existe ninguna regla que
dicte lo que es moral. Lo único que existe es una utilidad, un fin pragmático
de las cosas, y lo que es, es solo natural. Para crear un marco de lo que debe
ser (este tipo de preguntas eran importantes en esta época), este pensaba que
lo mejor era mirar cómo funciona la naturaleza. Sade observó que el macho es
más fuerte que la hembra y dedujo que entonces hay bases para que el hombre
abuse de la mujer y que esto sea completamente natural, práctico, legítimo y
bueno. De ahí siguió sus prácticas de abuso y demás. Hoy día esto no se atreve
a expresar así tan crudo, pero, habita entre nosotros TODOS LOS DÍAS. Sade solo
concluye lo que sigue más lógico de su determinismo nihilista. Para nuestra cultura,
que es igual de antropocéntrica que la del siglo XVIII, existe una búsqueda de
lo espiritual en lo sensual. Ya que no existe Dios a priori, se debía buscar
ese elemento que satisficiera lo abstracto del ser humano, eso poético que nos
llene, aunque no comprendamos mucho o no tenga tanto sentido. Pero, si es
placentero y trae la felicidad epicúrea a nuestras vidas, ¡pues, por qué no! Es
allí donde también colocamos en nuestra cultura al placer sexual y ya no hay
nada de diferencia entre que la mujer sea un objeto de placer y los golpes que
impactan su cuerpo por un hombre. ¿Por qué? Porque no existe lo bueno ni lo
malo, solo es una ilusión semántica pura para "controlarnos".
Los más escépticos
pensarán que exagero, pero esto no es un invento. Si realmente no hay una
verdad firme que nos guíe a la forma correcta de tratarnos como seres humanos,
y que no sea relativa a nuestra humanidad, estaremos golpeando a nuestras
madres, abuelas, esposas, hijas y demás, pues ellas solo son otro germen
altamente desarrollado y determinado por sus juguitos encefálicos. Perdonen
mi tono sínico, pero es una mala costumbre que debemos combatir ya; la de
atacar las ramas de un problema y resolver nada. Porque el verdadero problema
es que nuestra cultura está totalmente centralizada y practicando la mismísima
causa tal vez sin darse cuenta; todos señalan cualquier cosa con tal de no
mirarse frente al espejo y ver al verdadero culpable -y las sombras en el de
Sade- eso le deprime al moderno.
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